Hola bueno empiezo a publicar antes de que se me pase el tiempo y pase lo mismo con el anterior blog, aquí dejo algo que escribí el año pasado en esas noches de insomnio, espero que sea de su agrado, déjenme su opinión, sus críticas, bueno ahí me dicen que les ha parecido :)
"Tuve tanta suerte..."
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La imagen no me pertenece |
Era ya, más bien no sé ni qué hora era, solo me encontraba deambulando por las calles en una noche fría y oscura, asumo que era fría porque las pocas presencias humanas que encontré en el camino iban abrigadas pero yo no sentía frío y la oscuridad me fascinaba.
Todo resulta extraño porque ni sé como fue que vine a parar aquí, no sé ni en que lugar estoy. Lo último que recuerdo fue que acudí a ese bar donde una amiga, su novio y un amigo de él me esperaban.
Sí, los encontré estuvimos juntos un buen rato pero no me di cuenta cuando fue que mi amiga me dejo sola con aquel chico, seguro quería estar a solas con su novio, ella solía hacer eso y es claro que esta no era la primera vez, lo que sí era la primera vez fue toparme con este extraño chico.
Demasiado reservado para mis gustos, apenas si pronunciaba palabra alguna e incluso apenas si respiraba.
Por un momento pensé que quizás él estaba enfermo e incluso que yo no le había simpatizado pero después de quedarnos solos escuché su voz.
- Vaya, tal parece que nos hemos quedado solos – Sonrió de una manera que me erizó la piel – Tranquila, no temas, no muerdo… Al menos que lo pidas – Terminó de una manera tan siniestra su frase.
Me aterrorizaron esas palabras que me levante repentinamente y empecé a caminar rumbo a la salida cuando algo me tomo el brazo, estaba frio, helado, di la vuelta lentamente y me di cuenta que era aquel chico.
- No te vayas, no quise asustarte –dijo en tono más amable y cálido – Ya que nuestros amigos escaparon porque no nos tomamos un trago – me propuso y tontamente acepté.
¿Tontamente? Sí, ya pronto sabrán porque
- Esta bien, solo un momento porque tengo que trabajar mañana – Respondí ante su insistencia
Estuvimos un buen rato charlando sobre nuestros amigos, con el paso de los minutos logré ponerle mucha atención a su rostro, belleza incomparable, tenía un aura totalmente seductora, en una hora ya estaba a sus pies.
Cerré los ojos al sentir como sus labios bajaban por mi cuello, en un instante todo se transformo en dolor, un agudo dolor, sentí que algo húmedo bajada por mi cuello.
Aventó mi débil cuerpo y caí sobre unas cajas en ese callejón sucio.
- ¡No me dejes aquí- Supliqué - ¡Ayúdame! ¡Por favor! – Lloré desesperadamente y empecé a arrastrarme hacia él.
-¡Por favor!, no me dejes aquí- Las lágrimas empezaron a brotar.
No había perdido mucha sangre pero si me dejaba aquí sola sin ayuda de nadie, hoy ya estaría muerta.
-¿Qué es lo que quieres? – Me dijo con una voz fría y arrogante
-Salva mi vida, llama a emergencias, no me dejes morir- Supliqué con desesperación
-¿Y si te ofrezco algo mejor?- Me dijo con una voz algo seductora
-¿Algo mejor? ¿Qué... puede… ser… eso?- Respondí con la voz quebrada, me empezaba a marear
La voz empezaba a convertirse en un susurro, se me quebrada, todo me daba vueltas y solo distinguía las extremidades inferiores y el final de esa larga gabardina de mi verdugo.
-La vida eterna- Me susurró al oído.
El corazón se me paralizó, jamás había pensado en la vida eterna como algo que pudiera realizarse, eso solo lo veía en las caricaturas, películas y libros.
-Si esa es la única forma de salvarme, lo acepto- Dije firmemente, esta vez no titubeé
Justo en ese momento me desmaye pero no había perdido al cien por ciento la conciencia porque sentí como levemente me tomó entre sus brazos y fue ahí donde la perdí definitivamente.
Desde ahí no supe nada hasta hora que me encuentro caminando sin rumbo, ya empiezo a pensar más.
Mi cuerpo está más frío y mi piel la noto más blanca, necesito un espejo. Caminé sin rumbo hasta que me paré frente a una ventana, ahí estaba yo parada frente al lugar pero no me veía, era como estar y no estar.
-Desconcertante, ¿no?- Escuche una voz familiar
-El vidrio está muy sucio- Dije fingiendo tranquilidad
-Sabes que no es así- Rió aquel
-¿Por cierto, ya te olvidaste por completo de tu amiga y familia verdad?- Dijo burlonamente él –Las están buscando locamente.
¿Las?, nos estaban buscando, no entendía eso, ¿qué habría pasado con ella?
-No entiendo lo que me dices, Geert- Le pregunté al seductor vampiro
-Ya te enteraras, vamos a la guarida, llevas tres días fuera-
Me tomó de la mano y fui prácticamente arrastrada. La guarida era a lo que ahora yo llamaría hogar, encendió un televisor y sintonizo el canal de las noticias.
Reía a cada nota tal como un niño llora ante un chiste, no paraba de reír y esa risa macabra me encantaba lo hacía tan encantador y seductor.
-¿Y de que ríes?- Me animé a preguntar
-De las noticias sobre las “muertes misteriosas”- Dijo esbozando al final una sonrisa que aterraba hasta el más valiente –Río por que los humanos jamás lograran descubrir la razón de esas muertes misteriosas.
-Dos jóvenes desaparecidas, responden al nombre de Jessica y Leyna…- Anunciaba la presentadora
Citó más noticias e interrumpió una para dar un aviso más importante.
-Se encontró un cadáver, con un par de orificios en el cuello, la chica corresponde a la descripción de Jessica, se esperan las pruebas pero es más que seguro que es ella… Rogamos a los que las secuestraron que regresen a Leyna, su familia está desesperada.- Finalizó la noticia, en su voz se notaba un gran pesar.
Y yo aún no podía creerlo, mi amiga muerta
-¡Qué le hiciste desgraciado!- Le grité con furia a Geert, golpeándole el pecho
-¿QUÉ LE HICISTE?- Golpeaba sin descanso hasta que empecé a llorar y me faltaban energías.
-Yo no le hice nada, fue su novio, que sediento no la vio más que como su alimento- Respondió el vampiro sin seña de remordimiento.
-Pudo rogar por su vida… Como tú lo hiciste… pero ella decidió morir en manos de su amado- Soltó una carcajada.
-Si no lo hubiese hecho estaría muerta- Susurré
-No, querida… De todos modos planeaba hacerte mi compañera- Dijo sin siquiera mirarme
-Tuve tanta suerte…- Volví a decir
-Y no todos tienen tanta suerte para complacer a un hijo de Drácula- Sonrió siniestramente.
“Tuve tanta suerte… tanta suerte” Esas palabras resonaban en mi mente….
Cerezo Oscuro